La palabra dieta, un término mal empleado.
Cuando la gente escucha la palabra “dieta”, la imagen que viene a su mente es comer solamente ensaladas, gelatina light y mucha agua. Pero, realmente “estar a dieta” ¿implica dejar de comer y quedarse con hambre?
La respuesta es definitivamente no. El significado de la palabra dieta se ha distorsionado. En realidad, dieta corresponde a todos los platillos y bebidas que consumimos día a día.
En este contexto, estar a dieta entonces implica comer y beber alimentos de todos los grupos, sin excluirlos radicalmente como algunas llamadas «dietas para bajar de peso» lo hacen. Por ejemplo: quitar el plátano (porque contienen mucha azúcar) cuando lo único que se debe hacer es medir la porción.
Perder peso comiendo y no dejando de comer.
Si tú eres de los que quieren perder peso; te aseguro que puedes hacerlo comiendo y no dejando de comer. La clave para lograr tu meta, está basada en dos ejes: dieta y ejercicio. En este artículo, me enfocaré a el primero.
La dieta, debe ser calculada en base a tus características individuales como son: peso, estatura, edad y actividad física. Además, en cada caso debe ser individualizada de acuerdo a tus gustos, preferencias, si tienes alguna enfermedad o no, de acuerdo a la etapa de la vida en la que te encuentres y a tu modo de vida.
Por ejemplo: tengo una paciente que quiere perder peso y trabaja en un corporativo, entonces su plan de alimentación está ajustado y adaptada a las opciones que el comedor de su trabajo le ofrece.
Bajar de peso, implica ciertamente modificar la calidad y cantidad de nuestra dieta, sin embargo, la sensación hambre voraz o morir de hambre es causada por tener ayunos prolongados, hacer planes de alimentación extremadamente estrictos y/o practicar ejercicio durante mucho tiempo. Es decir, donde la combinación de dieta y ejercicio no están interactuando con armonía y equilibrio.
Resumiendo, para perder peso de forma saludable y sin sentir hambre descontrolada, es importante comenzar por dejar atrás las dietas milagrosas y comprometerse con cambio duradero de tus hábitos dietéticos; todo eso combinado con una práctica moderada de ejercicio.
Para finalizar, me gustaría compartirte 5 aspectos que tienes que tomar en cuenta para perder peso sin morir de hambre:
- Deja a un lado el mito de la dieta estricta, puedes llevar a cabo un plan ciertamente bajo en calorías con alimentos de todos los grupos y diseñado adecuadamente. Ojo con las dietas prediseñadas que dan en algunas clínicas para perder peso.
- Porque la preparación también cuenta, busca platillos con presentaciones atractivas. Existen infinidad de recetarios que ofrecen alternativas para cocinar saludable y rico.
- La clave es aprender a comer, lo que quiere decir transformar nuestros hábitos dietéticos inadecuados en saludables. Este proceso requiere de cambios graduales y permanentes.
- Fíjate metas a largo plazo. No intentes hacerlo sólo para que te quede el vestido o el traje.
- Realiza ejercicio; comprométete con una actividad que puedas mantener de acuerdo a tu estilo de vida. Recuerda que para perder peso no necesitas caer en los excesos.
Si cambias tu perspectiva no sólo será más sencillo, sino que también te sentirás mejor.