Si usted, está leyendo éste artículo es posible que esté interesada en saber más sobre la dieta de los peques, le contaré qué es lo correcto, desde mis ojos nutricionales.
Comenzaré con el tema más sonado en los medios de comunicación: “la obesidad infantil”. Las causas son varias (ejemplo: herencia o ansiedad), y no es lo mismo que: ¿de quién es la culpa? Un niño con obesidad no tiene la culpa de serlo, menos sus padres.
Yo creo que, debemos empezar a ser conscientes sobre el tema, pensemos como adultos: ¿qué estamos haciendo, para tener tantos niños con obesidad?
Recuerdo que antes, la abuela decía: – ¿Por qué éste niño está tan flaco? y – ¿Qué no le están dando bien de comer? Es cierto, hay sabiduría en las personas mayores. Recuerdo que antes comíamos menos alimentos procesados, más frescos y con el exquisito sabor mexicano.
Pero ahora los tiempos han cambiado, el mundo de los alimentos se ha globalizado. Es decir: las presentaciones, procesos industriales y la agricultura. Además, las conductas humanas son distintas, ejemplo: el estrés cotidiano.
Hablemos de alimentación. Los niños pueden elegir cuanto comer, ellos saben si tienen o no hambre; sin embargo, cada uno tiene su propia historia. Como nutrióloga opino, que los cuidadores principales (padres, nanas, abuelos o familia) son los que deciden: qué, cómo, cuándo y dónde (establecen límites). Comprendo más no justifico, que en ocasionalmente no es posible.
En mi práctica clínica he atendido a algunos niños que son muy buenos pacientes…Pero: ¿quién cuida de ellos?
De acuerdo a la personalidad del niño, éste requiere de un acompañamiento y sobre todo apoyo para seguir un plan de alimentación óptimo. Es decir, alguien que no sólo les dé comer, sino también una guía basada en el ejemplo congruente: hechos con palabras.
Ha pensado usted: ¿por qué su hijo no quiere comer verduras?, mi segunda pregunta es: ¿usted come verduras? Lo invito a reflexionar.
Y Entonces… ¿Quién realiza el plan de alimentación?
Como nutrióloga, opino que nosotros somos los indicados para diseñar el menú de acuerdo al pacientito. En lo profesional, trabajo haciendo planes de alimentación individualizados (acordes al: estado de salud o enfermedad, creencias, cultura y sociedad mexicana), viviendo en el extranjero.
Recuerdo a la Dra. Sara Elena Pérez Gil y retomo lo aprendido. Les comparto mi conclusión: “Ojalá regresáramos a la dieta que nos hizo crecer como cultura, pero adaptada a los tiempos de ahora”.
Me encantaría leer sus comentarios.