De acuerdo a las leyes de la alimentación la dieta debe ser: adecuada (a los estados de: salud y enfermedad; cultura y condición social), variada (alimentos estacionales y diversos platillos), equilibrada (sin excesos ni carencias), suficiente (que cubra las necesidades energéticas-nutrimentales), completa (que incluya los diferentes tipos de alimentos) e inocua (sin riesgos a la salud).
Específicamente hablando del EQUILIBRIO en una dieta, este criterio debería cumplirse para evitar tanto deficiencias como excesos nutrimentales.
Así que es momento de saber en el caso del consumo de carne roja ¿qué sucede si hay excesos o carencias?
En la actualidad “comer carne roja o no” , es muy debatido debido a los posibles efectos adversos que tiene, no sólo por su perfil nutrimental, si no también por el contenido de otras sustancias que pudieran ser nocivas a la salud. Por otra parte es cierto que existen personas quienes prefieren anular su consumo y el de otros alimentos de origen animal por razones genuinas (veganos y vegetarianos , por ejemplo).
La carne roja la podemos agrupar de acuerdo al ganado del que proviene: vacuno, porcino y ovino. Estos son los tipos de carne roja que, en cantidades variables, son mayormente consumidos en México.
Además la composición de cada tipo de corte posee peculiares características: organolépticas, químicas y nutrimentales.
Sin embargo, cabe aclarar que de acuerdo a la raza del ganado, la alimentación del mismo y el tipo de corte que prefieras; el contenido de grasa saturada y colesterol que contiene la carne es variable. Es decir, no es lo mismo comer un bistec de bola magro, que unas costillas de res ¿cierto?.
Por otra parte, se sabe que el consumo excesivo de carne roja aumenta el ácido úrico en la sangre; enfermedad mejor conocida como “gota” y cuyos signos clínicos se manifiestan como estructuras cristalinas (llamados : tofos gotosos) que se acumulan en las articulaciones (codos, rodillas y dedos de los pies) ; las cuales ocasionan dolor. Este padecimiento requiere de un tratamiento nutricional y médico.
A pesar de ello, la carne roja cuenta con propiedades nutrimentales que ningún otro alimento puede sustituir. Contiene minerales como: hierro hem que contribuye a oxigenar a las células de nuestro cuerpo a través de la hemoglobina. Otros son el zinc, el cual es un micromineral que conforma estructuras musculares y finalmente fósforo que es un elemento estructural de los huesos y dientes. Por otra parte las vitaminas que la carne roja aporta son: B12, niacina y riboflavina (que tienen funciones metabólicas en las células del cuerpo).
Las deficiencias de estos estos nutrimentos se pueden manifestar como: pérdida de cabello, uñas quebradizas, palidez en la piel, cansancio, pérdida de peso, falta de concentración; todos ellos son signos y síntomas de anemia. Sin embargo, te sugiero “no autodiagnosticarte”, si alguno de ellos te es familiar primero acude a tu Médico.
En resumen, considero importante incluir la carne roja en la dieta (moderando su frecuencia de consumo a 2 veces por semana) siempre y cuando , se seleccionen los cortes magros o con menor cantidad de grasa para que ,de esta forma, podamos obtener los beneficios nutrimentales que éste alimento nos ofrece.
Sin embargo “comer o no carne roja” es decisión de cada persona. Si quieres excluir este grupo de alimentos en tu dieta, te aconsejo consultar a un Nutriólogo Profesional, quien podrá orientarte de forma adecuada y diseñarte un plan de alimentación individualizado.
¡Escríbeme!, me gustaría saber cuál es tu opinión sobre este tema.